El calentamiento de la Antártida

LA ANTÁRTIDA TAMBIÉN SUFRE EL CALENTAMIENTO GLOBAL

Durante mucho tiempo, parecía que la Antártida era inmune al calentamiento global. La mayor parte del continente helado del sur, donde las temperaturas pueden bajar a -80 ºC, parecía mantenerse constante o incluso enfriarse mientras el resto del planeta se calentaba. Pero un nuevo análisis de los datos de satélite y de las estaciones meteorológicas han demostrado que la Antártida se ha calentado a una velocidad de aproximadamente 0,12ºC por década desde 1957, para un aumento de temperatura promedio total de 0,5 ºC.
Esta imagen, basada en el análisis de la estación meteorológica y datos de satélite, muestra la tendencia de calentamiento de todo el continente desde 1957 hasta 2006. El rojo oscuro sobre la Antártida Occidental refleja que la región se calentó mas por década. La mayor parte del resto del continente es de color naranja, lo que indica una tendencia de calentamiento más pequeño, o blanco, donde no se observó ningún cambio.

La imagen muestra las tendencias de la temperatura en la Antártida, que previamente habían observado los científicos. Las limitadas mediciones de las estaciones meteorológicas habían registrado una tendencia de calentamiento dramática a lo largo de la península, que se adentra en las cálidas aguas del océano, pero las pocas estaciones del resto del continente informaron de que las temperaturas allí no habían cambiado o habían enfriado. Ha sido difícil obtener una imagen clara de las tendencias de la temperatura a lo largo de la Antártida porque las mediciones son muy escasas. Existen pocas estaciones meteorológicas, y la mayoría de ellas están cerca de la costa donde son relativamente accesibles. Estos lugares costeros dejaron vastas regiones del interior del continente donde la temperatura no ha sido nunca seguida rutinariamente. Los satélites pueden medir la temperatura del suelo de todo el continente, pero sólo en los días claros, cuando las nubes permiten la observación. Las mediciones pueden ser sesgadas ya que siempre se toman medidas de satélite en el mismo tipo de condiciones meteorológicas.

Eric J. Steig (Universidad de Washington), David P. Schneider (National Center for Atmospheric Research), Scott D. Rutherford (Universidad de Roger Williams), Michael E. Mann (Universidad Estatal de Pensilvania), Josefino C. Comiso (NASA Goddard Space Flight Center), y Drew T. Shindell (Instituto de Goddard de la NASA para estudios de espacio y la Universidad de Columbia) colaboraron para combinar la precisión diaria de las estaciones meteorológicas con la cobertura continental de las mediciones por satélite. Liderados por Steig, el equipo comparó 26 años de mediciones por satélite de la temperatura con mediciones simultáneas de las estaciones meteorológicas.
Esto permitió al equipo asignar la relación entre las mediciones de suelo y mediciones por satélite para saber más o menos lo que sería la temperatura de satélite cuando el termómetro en una estación meteorológica registraba 5 ºC, por ejemplo. El equipo usó esta relación para extrapolar lo que el satélite habría registrado en todo el continente de haber estado en órbita cuando el registro de la estación meteorológica comenzó en 1957. Una vez que el grupo llega al período en el que el satélite estaba en órbita, comprueban los valores extrapolados contra las mediciones reales para confirmar que el método es correcto. Al final, generaron un registro de 50 años de temperaturas a través de la Antártida. Su trabajo fue publicado en la edición del 22 de enero de 2009, de Nature.

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